Una fantasía más

Estaba ahí, saliendo de una entrevista de trabajo la cual aplique, entusiasmado llame a mi novio para verle, tenía muchas ganas de verlo, no saben cuanto, el estaba en el supermercado tome un taxi y me fui por el.

Lo saludé con un apretón de mano pero en realidad lo que quería hacer era abrazarlo y darle un beso de esos que los minutos son como horas.

Mientras íbamos al estacionamiento conversamos sobre lo que hicimos por el día. Entramos al auto.... Conducía con dirección a la terminal de buses de la UCA iba a dejarme porque soy un guapo chico provinciano con novio en la capital. Pero una cuadra antes de la terminal se desvío hacia el norte, ya saben por donde venden las ricas pupusas afuera de la uni.

Me quite el cinturón de seguridad, también se quito el suyo, me beso, tocaba mi cuello, bajo a mi espalda y luego a mi trasero. Adoro cuando me toca me hace sentir que soy su objeto del deseo.



Pero luego de tantos apretones, besos y más gestos pasionales decidí dar el primer paso. Toque su suave piel de su verga era muy excitante. La agarré con delicadeza y empecé a mover la, hasta que sentí en la nuca la presión de su mano acercando mi cabeza hasta su miembro. No necesitaba mucho más: abrí la boca y volví a sentir el sabor más maravilloso del mundo. Lamí y chupé como si me fuera la vida en ello. Él me dejó a mi ritmo, mientras miraba por la ventana, y sólo fugazmente me lanzaba alguna mirada. Estuve en el paraíso hasta que me agarró la cabeza, y me la apartó, guardándose el pene en el pantalón.

Me dijo: 
—No deberíamos de hacer esto en público, alguien podría vernos. 
—No podía dejar de verle y querer tener su pene en mi boca, estaba muy excitado.

"BUSQUEN UN HOSPEDAJE CULEADOS" grito un taxista, soltamos a reírnos, nos gritaron eso cuando estábamos nada más sentados viéndonos a los ojos. El se sonrojo.

—Hacemos la fantasía que te dije. 
Pregunte 
—Nunca lo he hecho y podría chocar con otro auto, se que sería tan excitante que podría perder el control del volante.

Nos marchamos, luego se estaciono en una gasolinera y me dijo: hagámoslo. 
Decidido saco su verga, seguía rígida y muy templada. Emocionado pase mi lengua y prepare mis labios mojan-dolos un poco, me estaba preparando para iniciar algo con lo que había soñado mi cuerpo se invadía de escalofrío.

Aceleró, íbamos a 40km muy despacio para no perder el control. Inicie, el tenía sus dos manos al volante, mamando su verga una y otra vez, gemía de mucho placer me sentía un dios tomando todo el control sobre el, tener su pene en mi poder "mi garganta" me pedía más y más, casi ahogado con tanta saliva, mi mandíbula pedía descanso, pero mis ganas seguían era aquello que lo quería hacer eyacular en mi garganta.

Se detuvo... 
Me percaté que estábamos en un semáforo.
—No, seguí no pares, no te detengas, si lo haces podrían verte.

Seguía mamando su entre pierna, era una delicia, esa carne delicada y morena, era como estar disgustando esos cortes caros de un restaurante cinco estrellas.

Se puso en marcha, pero minutos más tarde me dice: para, los pasajeros del bus te han visto...

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