SEXO UNIVERSITARIO EN TIEMPO DE REVOLUCION II

Primera parte: Aquí

Malos Ratos

Capitulo II


Después de pasar una noche trágica en la Upoli los universitarios seguían en el recinto, atacados por la policia de los dictadores y la juventud sandinista de los mismos, los chavalos seguían con fuerza y unidos, luchando por una libertad que hasta hoy no hemos logrado. 

Era 21 de abril ya dos dias habían pasados desde que Lesther estaba en la Upoli tenía ya un día sin ver a Pedro, pasaban tantas cosas que ni lo había notado, el país estaba consternado por la muerte de un menor de edad Alvaro Conrado tan solo era un niño que en sus últimos momentos de vida le dolía respirar, a Nicaragua aun le duele respirar. 

Pasaron las horas y los grupos se reunían para turnarse las rondas de almuerzo y merienda, Lesther estaba con el grupo a cargo de la entrada principal en la universidad y era su turno de descanso y aprovechaban para comer, mientras se servia un bocado de comida un recuerdo de aquella noche mientras el fuerte chorro de orín salía del pene de Pedro.

—Mierda!
—Que onda chavalo días sin verte.
—Hemos pasado aquí en la entrada, casi no dormimos ¿Y vos donde has pasado?
—En el portón C vigilando, por eso no e tenido tiempo de venir por estos lados ¿Como estas?
—La verdad cansado pero me lo imagine así, olvidando el cansancio todo bien ¿Y vos Pedro?
—Mi mamá me ha estado llamando sabe que estoy aquí, pero creo que me tendré que ir, hay muchas cosas que están pasando y no quiero preocupar mas a mi familia.
—No te preocupes todo va estar bien
—Conozco alguien que te dijo lo mismo, jejeje.

Lesther no podía sacar ese pensamiento sucio de su cabeza.

Eran tan solo las 8:00 pm cuando la policía comenzó atacar el portón trasero de la universidad, los chavalos pedían refuerzo el pueblo los ayudaba de distintas maneras pero adentro del recinto mucho de los chicos se preparaban con molotov, piedras y lo que podían. otra vez todo era un caos, Lesther se entero del ataque y correo para ver si todo estaba bien, iba muy preocupado, pero como lo imaginaba, Pedro estaba herido un balín había rozado su pierna, mucha sangre y no podía seguir caminado. Lesther lo apoyó en su hombro, juntos iban a buscar ayuda donde los médicos en el recinto universitario. 

Mientras el ataque de la policia seguía en la Upoli a Pedro ya lo estaban curando, no era tan grave como parecía, al ver tanta sangre derramada lo peor los dos imaginaron. 

Pasaron las horas el ataque había cesado, habían muchos heridos y necesitaban ceder el lugar de Pedro a otros heridos, Lesther le tomó y lo llevo con él a las aulas del tercer piso, no tenían nada más que hacer que descansar. 

—Gracias por cuidarme amigo.
—Tienes que mejorarte Pedro, es leve pero te necesitamos al 100%. 
—Gracias amigo. 

Pedro le dio un leve sonrisa coqueta. 

—En cuanto me recupere, mejor me marcharé, mi mamá me estuvo llamando y no la quiero preocupar más, no quiere que se entere que estoy herido así que mejor me marchare. 
—Eso espero, aquí te van a extrañar. 
—Y hey chavalo, ¿Vos no me vas a extrañar? Pedro sonríe. 
—Lesther solo se puso rojo; claro que si amigo
(Obvio no podía sacar de su mente aquel recuerdo cuando Pedro orinaba con su enorme troso de verga). 
—Tienes que dormir Pedro, debes recuperarte así te marcharás al 100%. 
—Gracias amigo, lo haré pero acompáñame hasta que me quede dormido, luego podrías irte. 
—No hay falla. 

Después de muchas conversaciones sobre lo acontecido en la universidad ya se notaba en Pedro el sueño apoderándose de su rostro hasta que con el paso de los minutos quedó dormido. Lesther no se percató y también se durmió. 

Pasaron las hora y se escuchaba como las gotas golpeaban el techo, una ligera lluvia caía en la triste noche despertando a Lesther. 

—Mierda me quede dormido. 

Fueron las primeras palabras en la cabeza de Lesther solo sonrió y quedó viendo a su amigo con todo el cansancio del mundo, mientras roncaba demasiado, miro su reloj eran las 3:00 am. Pedro estaba en una colchoneta justo a lado de Lesther llevaba una camiseta blanca, un jeans azul y unos zapatos converse blanco ya algo sucios. Pero Lesther rápidamente se percató que Pedro estaba totalmente empalmado su miembro resaltaba por completo en su entrepierna. 

Era difícil no poder imaginar aquel pene otra vez a flor de piel, Lesther solo se imaginaba verlo por segunda vez así que no pensó más y movió su mano sobre aquel bultote de Pedro mientras dormía. Froto toda su temblorosa mano sobre aquel pene grande resaltado por aquel pantalón azul, Pedro hizo un leve movimiento pero no despertó, Lesther no sabía si parar o seguir. 

“Pero entre seguir pensando sólo seguía tocándolo”. 

Froto, froto y froto como si aquello era una lámpara mágica, como si el mismísimo genio saldría de la lámpara a cumplirle sus tres deseos. Y mientras más frotaba más duro podía sentir aquel pene de Pedro. 

Hasta que lo saco, sus ojos volvían a ver aquel gran troso de carne pero esta vez sin orina fluir de el, podía sentir el olor a sudor cuando tocaba cada uno de sus testiculos y mientras los seguia tocando con sus dedos, sentía la piel genital de Pedro. A Lesther su verga se le ponía cada vez más dura y sin pensarlo dos veces se acercó aún más a la verga para sentir todo ese aroma a macho sudado. Sin controlar más sus actos, sin importar la situación que estaban viviendo en el recinto universitario de la Upoli Lesther con sus labios y lengua mojada comenzó a lamer el gran bistec que cargaba Pedro entre sus piernas. 

Mientras más chupaba más dura se ponía su verga. 

Seguía y seguía, bajaba toda su lengua a sus grandes testiculos los mojaba todo y se los metía a la boca así pasó varios minutos hasta que Pedro se quejó de placer y despertó. 

Lesther no supo cómo reaccionar antes la situación, sacó el pene de su boca y logró decir con todo el nervio del mundo; lo siento no me pude resistir. 

—PERO QUE HACES LESTHER!!!
Somos amigos, ¿Que está pasando? 
Pedro aún estaba entre dormido y despierto, enojado pero al mismo tiempo con su verga llena de placer. 

—Lo siento no volverá a pasar. 

—Claro que no volverá a pasar, no soy gay, me siento violado. 

—Disculpa no sé qué más puedo decirte. 

—No digas nada más, ahora seguí chupandomela me está pulsando y no me vas a dejar así, ahora termina ya lo que comenzaste. 

—¿En serio Pedro? 

—Apurate, antes que me arrepienta. 

Volvió a introducir el pené mojado a su boca pero esta vez ya estaba lubricado por Pedro, Lesther disfrutaba aún más seguir chupando la verga, era más excitante saber que Pedro accedió a esto sin ser gay. 

Por Dios, que rico mamas mi verga, jamás una chavala me la había mamado tan rico, seguí así no pares. 

Pero el momento había llegado, Lesther seguía mamando y mamando y la verga la tenía tan dura que tuvo su momento de climax y eyaculo como una bomba sin necesidad de masturbarse, aquello parecía la explosión de Chernobyl. Jamás lo había experimentado era el extasis.

¿Y hey ya te veniste? 

—Lo siento, me excite demasiado, primera vez que me pasa,
Jamás me había venido sin tocarme. 

Supongo que eso es bueno. 
Ni modo, seguí chupando, tengo que acabar. 

Lesther accedió aún seguía consternado, no podía creer que se la estaba chupando a Pedro, que se había venido, todo esto parecía un sueño todavía recordaba aquel momento cuando lo veía orinando. 

—Uf seguí así, ya casi me vengo, ay que rico lo haces. 

— (Gente gritando) NOS ESTÁN ATACANDO EN EL PORTON PRINCIPAL. 

Los de las aulas en el mismo piso se despertaban y salían corriendo a buscar ayuda, la euforia se apoderaba otra vez del recinto, la policia orteguista volvía atacar a los jóvenes. 

—MIERDA, tenemos que ir a ver qué está pasando. 

—Claro, vámonos, nos pueden ver. 


Continuara...

Comentarios

Popularsh