SEXO UNIVERSITARIO EN TIEMPOS DE REVOLUCION III

Mis queridos lectores te cuento que este es mi relato que me llevo más de un mes para escribirlo, la verdad estaba muy dudoso de compartirlo espero de corazón que te guste, lo escribí aún mas por estos días que estamos pasando y espero que pronto terminemos con esta pandemia.

Recuerda dejar tu like y comentario.

A continuación el relato que leerás es la tercera parte de una historia caliente entre chavalos universitarios que luchan con una dictadura nicaragüense.

Parte I

Parte II 

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—Lesther, ¿Todo bien? No te has reportado y estoy súper preocupada. 

Me enteré que en este momento están atacando el recinto tu mamá está súper preocupada, nos urge que des noticias tuyas. 

—WhatsApp de Anielka

El ataque de la policía orteguista iba aumentando de nivel, el primer muerto en el recinto era un adulto aproximadamente de 30 años. Se vivía momentos atroces en la Upoli. 

La tensión aumentaba, la aurora tocaba la ventana donde estaban Pedro y Lesther. 

—Es momento de marcharme, un maje que vive por mi cuadra se va con otros compañeros aprovecharé y me iré con todos ellos. 

—¿Crees que sea seguro Pedro?

—Supongo, que lastima que no pude terminar. Jajaja

—Te pasas no es momento.

—Tampoco era momento para que me violaras.

—No te viole, las cosas son diferentes.

Bueno Lesther no sigamos poniendo más incómoda la situación, buscaré a los chavalos y me voy, vos deberías de hacer lo mismo, no quiero que el próximo muerto seas vos y por último 

(nada de mi violación a nadie ok). 

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Capítulo III

MAS MALOS RATOS

Marchemosno...

Buenaaaaaaaaas!!!

—Chavalo jodido me tenias con el corazón en la mano, todos los días le pedía a Dios que te cuidara. ¿Todo bien mi Pedrito? 

—Si mamá, no te preocupes, lo siento por irme así sin avisar pero si la juventud no se levanta, estos perros hijueputas que están en el poder no nos dejarán de joder mamá. 

Entrando al cuarto, conectó su celular y lo dejo cargando mientras iba darse un baño.

El celular encendía y las notificaciones de mensajes no paraban y muchos eran de Camilo su primo que vivía en Masaya. 

—Pedro sos loco

—Pedro contéstame

—Ay Pedro me enteré que están atacando el recinto por el amor de Dios contéstame.

—87 mensajes más

—En cuánto puedas envíame señales de vida no puedo imaginar otra cosa más. 

—Ay primo te quiero tanto por eso, pero no podía dejar la causa sin poner un poco de mi parte, ya estoy en casa y estoy bien, puedes venir a visitarme por ahora no quiero salir de casa y dejar a mi mamá sola.

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A la mañana siguiente Pedro abría sus ojos aun seguía entre sus sábanas el sol se asomaba un poco por su ventana eran las 7:00 am y entre las piernas de aquel joven universitario su vanaglorioso pene pulsaba de tan duro que se encontraba. Pedro tomó su celular y buscó en twitter algunas cuenta de sex tuiteras que seguía lo único que quería era pegarse una buena paja y mientras buscaba entre los videos de sexo casero un pensamiento de aquellos que parecía haberse olvidado por completo regresaba y era la imagen misma de Lesther haciéndole una mamada. 

¡Rayos! 

Sacudió su cabeza y no sabía porque lo hacía, jamás en su vida Pedro se había jalado la verga por un hombre, pero recordó que los últimos labios que tocaron su miembro tenían nombre y apellido masculino. Refrescaba su mente y aún no podía creerlo lo que había pasado pero mientras seguía pensando su mano sin decisión alguna ya estaba entre su gran pene frotándolo en modo automático con la otra mano la acercó a sus labios y escupió, junto un poco su verga y comenzó auto complacerse mientras imagina que su palma mojada eran los labios de Lesther y mientras seguía solo imaginaba lo que hubiese seguido aquella noche su eyaculación en los labios de Lesther. 

Mientras limpia sus manos del líquido seminal buscaba el móvil y justamente para escribirle a Lesther y preguntar qué tal estaba pero recordó que no tenía el teléfono de Lesther nunca lograron intercambiarlos.

Pasó el tiempo y mientras desayunaba para agarrar fuerza después de tremenda paja olvido el asunto de Lesther. 

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Tres días después. 

Tranques en varios puntos esenciales de la capital seguían operando, tanta era la fuerza del pueblo por sacar a los corruptos Ortega y Murillos que los tranques ya estaban en los puntos importantes de todo el país. El movimientos azul y blanco como la iglesia católica negociaban un diálogo nacional con lo dictadores. La población entraba en pánico los saqueos se fueron dando en una mañana por la misma gente de la dictadura, el temor azotaban en las calles de Nicaragua.

Pedro despertó con mucha tensión no lograba dejar de pensar en su familia, en sus amigos y en lo que se venia para el pueblo de Nicaragua, se levanto de la cama busco a su mamá en la sala mientras ella estaba ida en las noticias un reportaje sobre el tranque de ticuantepe, Pedro no dejaba de sentir un fuego de enojo en su interior era tanto que una lagrima salía de su ojo izquierdo.

¿Estas bien Pedro?

No mamá, pero es una incertidumbre saber que se vienen días difíciles y no poder hacer nada.

—¿Primo como estas?

Llegaba la noche y Camilo seguía sin contestar el mensaje de Pedro.

— Tomare un baño mamá y luego dormiré, no hay nada que pueda hacer por ahora.

El agua caía sobre su cabellera bajando como un río de invierno sobre la cuenca de su cuerpo tocando su áspera piel, recorriendo su pecho, sus pezones y mientras agarraba mas velocidad tocando los vellos de su entrepierna, Pedro se enjabonaba primero el cuello, espalda, pechos y abdomen seguía haciéndolo y luego se enjuagaba regresando a la parte donde aun no había tocado con el jabón, sus piernas, pantorrillas y de ultimo su órgano sexual.

Mientras seguía en esa zona su sangre aumentaba la velocidad en sus venas, el corazón realizaba su función de bombear mas y mas sangre hasta llegar al punto de quedarse erecto.

No podía dejar de vérsela y pensar en la ultima vez que se masturbo pensando en ese momento con Lesther.

Un pequeño movimiento húmedo en cachete despertaba a Pedro era su mamá con cara de felicidad.

—Pedro, despierta Camilo esta aquí

— ¿Es en serio mamá?

—Si Pedro, corre ve ha recibirlo. 

Primo cómo estás tanto tiempo sin verte, guao como has cambiado te veo y no te reconozco, Camilo de pequeño era un niño tímido con brackets y ahora ya esto un joven moreno, ojos achinados, de cabello liso azabache algo rebelde, con un cuerpo delgado y definido aparentemente debe de entrenar mucho, llevaba puesta una camiseta blanca, unos jeans celeste bastante ajustados se podían marcar sus piernas definidas, al verlo de pies a cabeza no me percaté de lo bien que se veía mi primo, luego me concentré y seguimos hablando mucho de la situación del país, pasamos a cenar en la sala como buenos nicas mirando las noticias. 

Ya eran casi las diez y no nos percatábamos de la hora mi mamá ya estaba durmiendo y yo le contaba toda mi experiencia en la universidad a Camilo pero estaba entre darle la versión corta sin Lesther o contarle todo. Bueno lo pensé rápido y solo le dije, primo vos sabes que te tengo confianza y demasiada, quiero contarte todo mi experiencia en la Upoli sin olvidar ningún detalle. 

Comencé a contarle todo, sobre mi llegada a la universidad, las amistades que hice y la experiencia que tuve con Lesther detalle tras detalle sólo podía ver su reacción en el rostro con cada palabra que salía de mi boca.

—Guao primo, estoy que no me creo nada. ¿En serio no me estás jodiendo?

—No Camilo claro que no y tampoco soy gay no sé qué me pasó a y por cierto la última vez que me pajie pensé en esa mamada que me pego y no entiendo ¿Estoy mal?

— Mmmmmm pues no se primo, simplemente lo disfrutaste o te traumaste, que se yo, no tengo nada en contra de los gay, aparte te quiero mucho primo y pues no te juzgaría. 

Bueno ya creo que tengo un poco de sueño me iré a la cama no sé si te vas a quedar viendo televisión. 

—Si no te preocupes luego llego. 

Me puse mi short para dormir y luego me acosté y no dejaba de pensar en todo lo sucedido en días anteriores, pero mientras mi cabeza seguía dándole vuelta al tema me quede dormido. 

La luz del sol abrió mis ojos volteé a mi izquierda mire la hora en mi celular y eran las 5:45 am aún era temprano no recordaba que mi primero estaba justo a mi derecha de espalda sin cobija y con una tanga muy ajustada es raro ver a un chavalo como yo con tanga lo normal es que usen bóxer pero bueno, no se porque le preste tanta atención a su ropa interior aunque no puedo negarlo mi primo tiene buen culo. Me percaté que mi verga estaba dura y con ganas de un agujero pero que me pasaba era el culo de mi primo ya no era normal estar deseando a mi propia familia. Cerré los ojos y me volví a dormir más al rato desperté y no sé cómo estaba ni en que momento abrace a mi primo mientras dormía, parece que no se ha percatado de esta incómoda situación pero mi pene está justo entre sus nalgas. Decidí alejarme poco a poco sin hacer fuertes movimientos ni ruido pero mientras me alejaba mi primero se volteaba a su izquierda despertó y mi corazón latía a mil por hora. 

—Buen día primo ¿Como amaneciste? 

—Pues bien Camilo, me alegro mucho que estás acá con nosotros.

Simplemente no sabía cómo actuar mi verga se resaltaba por la semana y estaba súper duro. 

—Y porque tan rojo y nervioso, Dios primo si es que andas mal, mejor me levanto ya me estás poniendo chiva. 

Me morí de la vergüenza mientras Camilo se levantaba y ponía su short no podía dejar de sentirme avergonzado, no sé qué me está pasando realmente. Pensé que lo que había sucedido con Lesther era por la situación, me había levantando con una mamada solo reaccioné por el placer que me daba con su boca y más bien le pedí que siguiera pero pensé que jamás volvería a tener ganas que un chavalo me la mamara, ¿Será que soy gay y no me había dado cuenta? 

Bueno, mejor me levanto, ya veré que haré en el día. 

El aire del verano soplaba fuerte mi mamá nos había dado la tarea de ayudarle en el jardín con sus plantas y flores. Mientras yo las regaba Camilo ayudaba a cortar y quitar la maleza. El llevaba un short corto azul que cuando se agachaba a recoger la maleza de las flores la línea que partía sus nalgas se miraba, tenia un culo Moreno pero más claro que el resto de su piel unos vellos delgados que formaban un camino hacia al sur de sus pequeñas y redondas nalgas a mi se me ponía dura, no podía dejar de observarlo hasta que Camilo volteo. 

—Pedro que te pasa, deja de verme el culo. 

—No jodas, yo no te estoy viendo. 

Deja de estar de idiota. 

Le sonreí. 

Coloque la manguera en dirección a él y comencé a mojarle por debajo de la espalda, su short estaba totalmente húmedo, se le veía todo mojado.

Jajajaja ahora pareces una sardina en su habitad natural jajajaja. 

—Idiota hoy le digo a mi tía, deja de molestar. 

Se fue muy enojado, me quede terminado todo en el jardín para después marcharme a darme un baño.

Buscando la toalla en mi cuarto y de camino al baño logré notar que la puerta estaba entre abierta y cerrada, recordé que Camilo lo estaba usando me puse a dudar entre entrar y curiosear o irme y no prestarle atención, pero mi brama pudo más hasta que muy sigiloso abrí la puerta sin hacer ningún ruido posible pero la cortina estaba puesta y no podía verle, unos pasos más y me puse a mirar por un espacio entre la cortina y la pared. Dios santo aquel cuerpo era algo nuevo para mi, nunca me había llamado la atención algo así tan similar a mi, las tetas y los bichos eran lo mío, pero ver cómo Camilo se daba un baño me la iba poniendo dura no podía quitarle la mirada aquellos movimientos de sus manos llevando el paste de un lado a otro baje la dirección de mis ojos a su trasero, era pequeño pero redondo, sus vellos eran delgados, su piel clara que parecía no ser tocada por ningún rayo de sol no pude contenerme, baje la cremallera de mi short hice a un lado mi bóxer y saqué mi verga que ya está pulsando, pase la lengua por la palma de mi mano y la baje nuevamente a mi pene comencé a jalármela mientras veía a mi primo pasteando su trasero, como abría sus nalgas para pastear su ano, uff quería ser sus manos y lograr abrir aún más esas nalgas y poder ver su bicho, me seguí masturbando, cerré mis ojos y solo podía imaginar que me cogía a mi primo, abrí mis ojos y pude observar como Camilo lavaba sus pies me puse más duro de lo que ya estaba mi verga comenzó a bombear mi leche coloqué rápido mi mano para no dejar ningún rastro, eyacule tanto que salía de mi puño un poco de mi líquido dador de vida. Con mi mano izquierda acomode mi verga y salí lo más rápido del baño y en pasillo me topé a mi mamá.

—Así te quería agarrar, deja de molestar a tu primo sos un necio.

—¡Ay mamá! Es el que no aguanta broma. 

Seguí directo a mi cuarto, limpié mi mano con una camisa sucia que estaba en el piso. No podía creer lo que paso, me había corrido mientras veía a mi primo bañarse, que nivel de enfermo estaba, que tanto era la brama que tenía ahora por los hombres y justamente por mi primo, Lesther ya ni pasaba por mi cabeza por ahora estaba meramente concentrado en las nalgas de Camilo.

Me vestí rápidamente y me puse a jugar video juego en mi cuarto, escuché unos pasos y como esperaba Camilo en toalla, se la quito y buscaba ropa en su mochila voltee discretamente y estaba de espalda mostrándome ese culo rico mi verga se volvía a parar. 

—No jodas Camilo no seas cerdo ponte ropa rápido. 

—Uy primo, ya voy. 

Cuidado te templas viéndome. 

¡Puta! Ojalas no me vea como estoy de empalmado. 

Me puse a jugar Nintendo luego de tanta tensión...

Me pregunto que estaba jugando y comenzamos una partida nueva, pasaron las horas y ya era de noche, ya todos estábamos a punto de dormir. Me marché a la cama, me cobijé y me acosté en el rincón de la cama Camilo se quedó terminando una partida. 

Abrí los ojos y sentía como mi primo se metía a la cama yo me hacia el dormido, el luego de acomodarse de perfil no se movió. Espere unos minutos dando media vuelta lo mire de reojo parecía ya estar dormido no estaba cobijado su ropa interior era una tanga azul ya me estaba acostumbrando a verlo con sus tangas y ufff no podía dejar de verle tremendo culazo cuando más lo seguía viendo mi verga despertaba. Me voltee complemente frente a él para ver si se movía pero espere unos minutos más y nada, si parecía que estaba dormido no pude contenerme más y baje mi short hasta las rodillas también baje mi bóxer mi verga ya no estaba en cautiverio ahora era todo un animal salvaje en la selva lista para ir de caza. 

Me la comencé a jalar mientras veía el rico culo apetitoso de mi primo, perdí todo el temor y me acerqué mucho más hasta el punto que coloqué mi nariz lo más cerca podía sentir aquel olor a sudor a macho y me gustaba, jamás lo había sentido y mi verga no deja de punzar.

Seguía masturbándome y oliendo aquel culo, pero la calentura pudo más contra mi, me aproximé y comencé a mamar el culo de Camilo tenía pequeños vellos entre sus nalgas los podía sentir en mi poderosa y tímida lengua. Lamia aquel culo como si fuese un mango en temporada de verano no me importaba si Camilo despertaba yo seguía pasando mi lengua en sus labios anales ya los tenía muy mojados con mi saliva. Para ser mi primera vez comiendo culo no lo hacía tan mal. 

Apretando cada una de sus nalgas con mis manos seguía sumergiéndome en aquel culo de Camilo, me asfixiaba me sumergía como si tal nadara en aguas profundas del Atlántico. Seguía apretando aquel trasero cuando escuché el gemido de mi primo un pequeño aaaafff! Como un susurro que venía de lo más profundo del pecado me puso duro del placer y no sentía nervios realmente me prendió aún más aquella adrenalina de ser encontrado con las manos en las nalgas. 

—¡Pedro!

¿Qué haces?

¡Ufffff! No pares primo, seguí haciéndolo.

Fueron las palabras de Camilo al enterarse que violaba cada centímetro entre tan hermosas nalgas, su ano se comenzaba a dilatar, me masturbaba y mi lengua lo devoraba como si supiera que sería mi único alimento en cuarentena. 

Lo coloqué boca abajo y abrí sus piernas, Camilo no renegaba y el siendo alguien rebelde me sorprendió, me gustaba la manera de como accedía a lo que yo le imponía no me renegó en nada, simplemente lo volteé, abrí sus nalgas y me volví a sumergir, repitiendo esos tres pasos como por 15 minutos más sin parar. Me lleve mi dedo índice a la boca para dejarlo muy mojado después le di un paseo en los labios anales y con mi mano izquierda manoseando su rico trasero y en lo menos que Camilo se lo esperaba introduje mi dedo al suave primero la punta, ya cuando hasta la uña estaba dentro de él, veía como agarraba la cobija y apretaba con sus manos sus brazos se veían fuertes y sexy mientras me pedía más dedo moviendo su cadera de forma regular.

—¿Es tu primera vez primo?

—La verdad no Lesther...

Calle, esto me asombro pero no era momento de sobrellevar a más el tema, solo me prendió, quería probar el culo de mi primo, estar con todo mi miembro dentro de él. De poco a poco seguí metiendo mi dedo índice hasta tenerlo todo dentro, el se seguía moviendo de manera circular mi pene lubricaba luego introduje mi dedo medio y gemía de placer pero con poco ruido ya que podíamos despertar a mi mamá. 

No lo pensé mas escupí mi verga aún tenía mis dedos dentro de él, los saque de apoco al suave para no lastimarle, el se seguía moviendo los llevé a mi nariz y olían a sexo ese olor me volvió un salvaje chupe mis dedos y que rico sabían era un sabor entre nalgas, verga y saliva aquello parecía la mismita fragancia del sexo gay porque estaba claro ahora que me gustaban los hombres ya no me lo podía seguir negando y lo disfrutaba. 

Ya con mi pene bien mojado de mi saliva, coloqué a Camilo en posición para recibir mi carne su culo estaba inclinado apreté sus nalgas y pase mi lengua fuerte en toda su entre nalga dejando todo a su paso mojado, escupí nuevamente mi verga y coloqué mi glande en sus labios anales, poco a poco me abría paso entre su ser, podía ver como su espalda se movía de placer el gemía y yo rompía sus paredes anales cuando la mitad de mi verga estaba adentro la saqué de un empujón Camilo se retorció y eso me fascinó me coloqué una vez más listo para penetrarlo, y con mi mano izquierda lo tomé justo de su trapecio muy cerca del cuello y con mi mano derecha le tapé la boca porque de un empujón le metí toda mi verga, 19cm estaban dentro de el, Camilo gritó pero como lo cubría con mi mano solo se pudo escuchar un poco en mi cuarto, después de ese grito paso de ser mi primo a ser mi perra. 

Me lo cogí duro de una manera muy agresiva ya el sonido de bolas rebotando en su culo nos delataban, no me importo. Me lo seguí cogiendo hasta dejarme caer en su cuerpo estaba cansando pero solo quería seguir comiéndome a mi primo a mi perra y mientras más le daba duro. 

—Ya me voy a venir, vengamosno juntos Pedro.

—Ok mi perrita. 

Pude sentir como Camilo se venia su culo lo delataba mientras con sus paredes anales apretaba mi verga no pude más con tres embestidas las más duras de todo el polvo explote dentro de mi perra, tres bombeos de pura leche aquella brama abandonaba mi cuerpo, dejar preñada a mi perra me lleno de mucha satisfacción que venia arrastrando desde aquella noche que Lesther me la chupo y no pude terminar, esa brama que arrastraba me traía loco. 

Nos quedamos en la misma posición hasta dejar que mi pene volviera a su tamaño natural, la saque muy suave, me tire a la cama y le quede viendo fijamente. 

—Que rico culo Camilo.

—¿Ya no soy tu perra? Jajaja

—Ya con mi verga afuera sos mi primo nada más. 

Jajajaja

Me tomo de la mano sin dejar de verme se aproximó como si quería besarme volteé a mirar al techo con disimulo y el se afirmó en mi pecho, confieso que aún después de todo lo que hicimos me dio miedo besarlo ya toda la brama que tenía la había depositado en su culo, ¿Será que todo vuelva hacer como antes? 

—Camilo, ¿Eres gay?

—Ay, Pedro es una larga historia, ¿Seguro quieres escucharla?

Bueno está bien, durmamos ya mañana me cuentas... 

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